San Juan: Fiesta pagana

Día 24 de Junio, noche mágica por excelencia. Aunque sean las fiestas de San Juan, ésta es una celebración muy anterior a la religión católica, y mas bien corresponde a la celebración del solsticio de verano, entre el 21 y 22 de Junio, que ya celebraban los celtas y los griegos.
Como todo el mundo sabe, después del solsticio de verano los días empezarán a ser cada vez más cortos. De ahí las hogueras, símbolo del poder del Sol y de purificación.

Sin duda en este día es cuando se llevan a cabo las tradiciones más curiosas, sobre todo en los pueblos. Por supuesto, empezando por las relacionadas con las mencionadas hogueras: carreras de antorchas, saltos encima del fuego y otra, menos conocida, echar una moneda en el fuego, que al día siguiente se recoge y se da a un mendigo; la chica (porque esta costumbre es sólo femenina) le pregunta al pobre su nombre, y el nombre del pobre es el mismo que el del mozo con el que se casará.
Típico también era aprovechar esta noche para recoger plantas medicinales, pues es cuando más propiedades tienen, y sanjuanarse. Sanjuanarse consiste en bañarse en 7 fuentes o ríos diferentes (o en el mismo...7 veces).

Otra cosa muy importante en la noche de San Juan era la curación de la hernia infantil. Para ello se elige un roble, y entre dos de sus ramas dos hombres se pasan al niño enfermo recitando una oración (hay muchas variantes):

"-Dámelo, Pedro

-Tómalo, Juan

-Dámelo, Juan

-Tómalo, Pedro

-San Pedro y San Juan te curarán."


Pero sobre todo la noche de San Juan era idónea para que las chicas averiguasen el futuro marido. Aparte de la moneda, también era habitual poner en unas papeletas el nombre de los chicos del pueblo, y meterlas debajo de la cama. A la mañana siguiente se cogía al azar uno de los papeles y el nombre sería el del afortunado.
También se decía que si se pone el espejo bajo la almohada, la joven sueña con el chico con el que se casará. O interpretando la forma de la clara de huevo en un vaso de agua; por ejemplo, si tomaba forma de barco el marido será marinero.


Sólo he recogido las tradiciones más populares y las más divertidas, porque en realidad hay tantas y tan diferentes que sería imposible recopilarlas todas. Personalmente sólo recuerdo una que sí que hice: consiste en poner en un papel un deseo que sí que queréis que se cumpla y dejarlo en agua toda la noche; en otro hay que poner uno que no queréis que se cumpla y echarlo a la hoguera (¿o era al revés?). El caso es que el deseo que se tenía que cumplir...no lo hizo.
Pero al menos lo intenté.