Tóxico
Embriagaba su perfume...extasiaba el olfato, se metía tan en tus adentros, viajaba en un impulso desde la nariz a la garganta, donde te poseía ya su placer, no cabía más que el pensar, que ese olor era la parte más divina de ti, desapareció el tiempo, olvidaste quien eras y cerraste los ojos, el espectro de la luz ya no existía en tu mente, tus cincos sentidos se vieron reducidos a uno, su olor, flotaste, sólo sabe Dios cuanto, por aquel aroma, sólo Dios lo sabe, porque tú ya no contabas otra cosa que no fuera aquel vicio, se expandía por el infinito y todo lo ocupaba, no vivías para él, porque no vivías, ya no eras, solo perfume...Y cuando volviste en sí...Y abriste los ojos, viste que el tiempo para los demás, si que había contado. Cuando viste aquel frasco maldito y tú, sin vida, no pudiste hacer otra cosa que, taparte las napias, coger el recipiente e inclinarlo hacia tus labios, se metía tan en tus adentros, viajo en un impulso desde la boca a la garganta, donde lo desgarro el dolor, y ya fundido en sí, despareció del tiempo...cerro los ojos y ya no existía su mente y sus cincos sentidos se vieron reducidos a la muerte, sólo Dios sabe cuanto, aquel desgraciado se arrepentía de su agravio...
