
Yo que vivo en el baúl de tus recuerdos, guardando polvo entre todos ellos, bien al fondo me colocaste para que no pudiera tentarte, encima tengo algunos cuantos traumas, tu primer beso y la primera vez que te calaste entero por la lluvia y tu madre sacó dos pozales llenos escurriendo tu ropa. Me paso tu vida viéndolos, los conozco tan bien, que a veces cuando tú los recobras al alma, yo intervengo y me cuelo como reflejo de alguna de las gotas de esa lluvia, o te susurro mi nombre y que no te asustes...tú, tú, entonces me alejas, me alejas...todavía más...Cuando terminaste conmigo te dio lástima tirarme, yo te rogaba silenciosa que no me abandonaras, y ambos sabíamos que podríamos sobrevivir sin nuestros cuerpos, pero no sin nuestra alma...Así...