6 de octubre de 2009

Advertencia

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prospecto.
1. m. Papel o folleto que acompaña a ciertos productos, especialmente los farmacéuticos, en el que se explica su composición, utilidad, modo de empleo, etc.

A la RAE le falta añadir que tienen la habilidad de colocarse siempre en el lado de la caja por el que la abres, estorbando, lo cual es consecuencia directa de la ley de Murphy; y ser imposible volver a la posición inicial una vez extendido.

Y esto viene a raíz de que una de las cosas que no se deben leer nunca es la sección de "Reacciones adversas" del prospecto, aunque algunas personas tengamos la costumbre de memorizarlo de cabo a rabo, por aquello de saber qué narices te estás tomando (y para qué).

Inciso: Sí, también leo la composición de los cereales en el desayuno y las instrucciones del mando de la tele. No, no he llegado a formular los compuestos del champú o de las aspirinas, aunque sé de alguien que sí que lo ha hecho...

Continuemos por las reacciones adversas. Porque está comprobado, hipocondríacos aparte, que hay más probabilidades de padecerlas cuando se conocen que cuando no. Ya lo decía yo, bendita ignorancia...

Hay algunos efectos adversos que pueden llegar a resultar realmente curiosos (y serían divertidos si no fuera porque en el fondo del asunto están las enfermedades). Hablando el otro día con Lorena de este tema, me contó que entre los posibles efectos adversos de un laxante está...el estreñimiento. La quimioterapia puede causar la desaparición de las huellas dactilares o que la lengua se tiña de blanco. Y en estos momentos estoy siendo víctima de un tratamiento que cuenta, entre los 13 tipos de trastornos distintos que podría padecer, con los "Trastornos psiquiátricos. Frecuentes: cambios de humor, incluyendo depresión; cambios en la libido (deseo sexual)". Así que si me pongo tontorrona será enteramente culpa de las pastillas.

Resumiendo, que sí, que es cierto que los laboratorios tienen que cubrirse las espaldas de tal forma que si un medicamento tiene efectos secundarios, aunque sea en una baja proporción de casos, puedan contestar con algo que traducido al lenguaje popular sonaría parecido a aquello de "el que avisa no es traidor"; por otro lado, ante semejante lista de las temibles consecuencias que te puede acarrear intentar curarte no puedes evitar pensar

"Si al final va a ser peor el remedio que la enfermedad..."
No puedo evitar terminar la entrada con otro importante aviso:

1 Comentarios:

  • 6 de octubre de 2009, 22:23
    Sonia says:

    jaja muy interesante tu entrada, Verso, la verdad es que yo no soy nada partidaria de las pastis, de las drogas estas, no me gustan nada, pero alguna vez hay que hacer de tripas corazón y drogarse, aunque yo creo que es más el factor sicológico el que me cura, que las pastis en si.xD
    y,sí, yo también me leo la composición de los cereales, pero con lo que no puedo son con los libritos de instrucciones de cámaras de fotos, móviles, etc.. prefiero toquitear y aprender por mi misma, aun con el riesgo que eso conlleva, aunque decir que todavía no me he cargado involuntariamente ningún aparato tecnológico :D asi que seguiré con mi táctica.

    Un besazo!!

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