Abrí los ojos, miré el reloj y decidí que era hora de levantarme.
No pude pegar ojo en toda la noche.
Cogí mi bata y me la eché por encima.Tenía frío.
Me asomé por la ventana y vi niebla, hacía un día muy invernal.
Me dije que un tazón de leche caliente no me sentaría mal, aunque no tenía ganas ni para eso. Llevaba varios años como alma en pena,no levantaba cabeza.
La pena ha ido consumiéndome y he envejecido más de 7 años. Las duras noches de insomnio comenzaron cuando él dejó de verme. Continuaron cuando dejó de hablarme, y prosiguieron cuando dejé de saber de él. ¿Qué habrá sido de sus ojos?¿Qué cosas habrán visto durante estos dos eternos años para mi?No he conocido a otra persona con unos ojos tan hermosos como los suyos, dos ventanas abiertas al mar,dos gotas de agua marina...
¿Que habrá sido de sus manos,esas manos que tantas y tantas veces me acariciaron, se entrelazaron con las mías,me enviaron besos por el aire desde el acantilado cuando me traía de vuelta a casa?
¿Qué habrá sido de él?...
¿Habrá muerto?
No lo sé, ni creo que ya lo sepa nunca.
No me queda mucho tiempo, he pasado toda mi vida recordándole y teniendo esperanzas de volver a verle,hice mal, hace mucho me arrepentí de ello, pero para entonces era demasiado tarde, ya no había solución para mi,no me quedaba otra que esperar a que me lleve la muerte, para que algún día, si el cielo existe, pueda volver a verle.
Solo me gustaría eso antes de morir, verle por última vez.
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Abrí los ojos,un nuevo día me esperaba.
Era ya invierno, como pasaba el tiempo.
Me incorporé, fui a por mi chaqueta y me la puse, tenía frío.
Decidí que un tazón de leche caliente, no me vendría mal.
No había pegado ojo en toda la noche.
Hacía ya mucho tiempo que no dormía plácidamente.
La pena me recarcomía por dentro desde que dejé de verla.
Cada día se me hacía más y más largo.
Me decía a mi mismo que podría superarlo, pero no pude.
Cada día la recuerdo, es lo primero que pienso cuando me levanto, y lo último cuando me acuesto.
Es ella.
A veces me pregunto, ¿Qué habrá sido de sus ojos, negro azabache, con los que me miraba, llenos de dulzura, amor y cariño?
¿Qué habrá sido de su pelo, color castaña,largo y brillante, que tan grácilmente ondulaba, cada vez que la dejaba en su casa y la observaba en silencio desde el acantilado?
¿Qué habrá sido de ella?..
De sus historietas...
Recuerdo como me hacía reir con sus aventuras, con sus inquietudes.. aún sonrío recordando todo aquello..
Su sonrisa.. tan infantil, y a la vez madura.
Recuerdo también, el momento en el que tuve que partir.. lejos,muy lejos de ella..
Como le cambió la expresión del rostro cuando se lo dije, y como me partió el corazón su silencio..
Aunque no me creyera, la quería, era la mujer de mi vida, y lo sigue siendo, no he conseguido olvidarla, pero no he tenido el valor de ir a buscarla.
He pasado todos estos años esperando el milagro, de verla otra vez.
Pero ahora es demasiado tarde.
No me queda mucho tiempo.
No me quedaba otra que esperar a que me lleve la muerte, para que algún día, si el cielo existe, pueda volver a verla.
Solo me gustaría eso antes de morir, verla por última vez.
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